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Hace aproximadamente una semana fue mi acto académico, mi cena de graduación y todo ese protocolo social que uno al terminar la licenciatura debe cumplir, no siendo así la finalización de una maestría o un doctorado donde lo único que haces es defender tu tesis la cual representa tu trabajo, desveladas, frustraciones y esfuerzo de los últimos diez o doce meses, después de la defensa una mini sesión de fotos con tus sinodales, director, asesor de tesis así como con tus familiares y amigos, no más de 10 minutos, al terminar si bien te va, una comida con las personas que creas valga la pena y san-se-acabo. Eres Máster o mejor aun… eres Doctor.
Durante mi acto académico hubo algunos discursos, unos no tan interesantes, unos peores y unos de plano malos, tal pareciera que fue improvisado y hecho a medio chile, o a lo mejor yo soy un pendejo amargado y todo aquello estuvo pero si bien chingon, uno nunca sabe.
Una frase entre todo aquello me llamo la atención, el director de la facultad, hombre maduro, divorciado, alcohólico anónimo y opaca figura de lo que dicen fue una gran mente dijo al final de su discurso, con voz quebrada,” Bienvenidos al mundo real”, entonces no paso mucho por mi mente, quizás la euforia del lugar lo opaco, pero después empecé a pensar un poco más en ello, es apenas el inicio de mi formación como profesional, la vida hoy en día es dura, papa me ha dicho que la vida que me tocara vivir no es nada comparado con la etapa de prosperidad que prevalecía en el mundo cuando el tenia mi edad, los chingadazos están de a baro, me dice, (Muy pinchi baratos) y entre otras cosas lo que se me viene a la mente es que es cierto, la vida ya no es blanco y negro, Pedro Infante ya no actúa y a Javier Solís también se lo llevo la chingada hace un buen, en fin, la vida ya no es la misma.
Por otro lado cuando mis amigos se enteraron, esos que se quedaron en el camino y que por alguna recomendación no gire a verlos siquiera cuando sucumbieron, se alegraron por mí, y recordamos aquellos tiempos, otros más entre festejos y eventos no desperdiciaban la ocasión para decirme Lic., en modo de carrilla y porque no… felicitaciones y respeto, por la carrilla ya verán cabrones… algún día van a salir ojetes.
Después fue una comida con mis mejores amigos en la universidad y nuestros respectivos familiares, al final una sección de discursos, mi padre inicio con ellos, me dejo ver que quizás lo he superado en cuestión de armar sobre el vuelo discursos, pero aun sigue siendo valemadrista a la hora de hablar en público, en ese renglón si me sigue ganando, es un parlanchín, juntos podríamos ser invencibles, nos deseo el éxito de Bill Gates a mí y a mis compañeritos, supongo que lo dijo por los billones y billones de dólares que representa Microsoft y compañía, cuestión que no pasa desapercibida para un economologo, aun cuando no sepa ni madres de computadoras, siguieron las madres de mis dos amigos, entre otras cosas bendiciones y buenos deseos, que dios me los bendiga, dijo una tierna señora, chale, y yo sigo teniendo diferencias con el real arquitecto del universo, pero bien… este será el último escrito con tema central la universidad, graduación y demás cosas tristes y nostálgicas.
Richy.