Ambrocious Heaven
Monday, June 30, 2008Igual y pude haber empezado a trabajar en el restaurant Bon Jour, ese bonito de Polanco, donde va pura fauna bien pipirisnais, doñas copetonas, con ojos pizpiretos y muchachas con piel de pompa de princesa como a mí me gustan, y yo me iba a ver requeteelegante con mi traje de pingüino, zapatitos bien lustrados y mis guantes de catrín. Lo de a diario seria llegar a eso de las 6 de la mañana para montar el arte de las mesas, las gruyas con servilletas de seda, las velas aromáticas, los arreglos de cubiertos y toda la demás parafernalia necesaria para que estos cabrones se chinguen unos huevitos revueltos, su cafecito y las frutitas mañaneras, lo abundante son los señores mayores, esos que llegan con puro y periódico en manos a eso de las siete y quince, y antes de tragar se chingan dos o tres cafés mientras echan chacota con otros señores contemporáneos, hablan de política, de deportes, de sus negocios, de sus viejas, de sus familias en general y hacen mierda con comentarios a otras personas que obviamente no están presentes, la hora de los desayunos se acaba, chingale a cambiar todo el teatro que habías montado, manteles, veladoras, artefactos, y demás chingaderas, se ponen las correspondientes para las comidas, el restaurant es famoso por sus platillos internacionales de cinco estrellas, con 14 chefs de abolengo , 22 ayudantes de cocina muy calificados y una flota de 20 meseros, mismos que en conjunto, en estricta teoría deben ofrecer el mejor servicio a sus comensales quienes llegan a pagar cuentas del orden de miles de pesos por un platillo que contiene un fino corte de salmón o un pinchi filete bañado en un menjurje hecho con exclusivas y aromáticas hierbas y especies traídas desde el otro lado del charco, no todo es comida, ni elegancia, ni finura al por mayor, el restaurant es visitado por narcotraficantes, de esos shakas con guaruras armados y la chingada que llegan en convoyes de hummers o camionetotas de rancheros (Y la Cheyenne pa?) a comer los platillos nacionales pero igual de suntuosos como las quesadillas de huitlacoche, las tampiqueñas, los cabritos o los pinchis conejos rostizados, también llegan a tragar celebrities como políticos, artistas, deportistas en fin, hay para entretenerse un rato, si no te apendejas puedes escuchar el cierre de un trato donde algún político ofrece un negocio redondo a un grupo de empresarios obviamente lejos de los términos legales dispuestos en nuestra sacrosanta e intocable constitución mexicana, o que tal el desmadre que se hace cuando llega algún artista VIP y los paparazis hacen hasta lo imposible por unas fotos donde el artista solo este tragando, o la propuesta de matrimonio de una joven y moderna pareja donde el novio le pide al gerente del restaurant que un grupo de meseros interprete la canción de predilección de la solicitada doncella, los juevebes todas las bebidas nacionales y licores tienen un veinticinco por ciento de descuento, mismo que al ver la cuenta sigue siendo algo inimaginable para un simple hijo de vecina, las beneficiadas por esta estrategia de mercado son principalmente las doñas copetonas quienes aprovechan el oferton y hacen sus reuniones, con cigarreras, bolsas Lois Vuitton, abrigos exóticos, vestidos Armani, tacones altos y elegantes y una pinchi mescolanza de tufos como Jack Daniels, José Cuervo, Carolina Herrera, Happy Cliniqué, Tommy Hilfigher y demás chingaderas, el desmadre se pone sabroso, como que en sus cantones no las dejan ni tirarse un pedo a gusto porque al estar en ese salón las urracas no dejan de decir barbaridades, eructar o tirarse pedos, hablan de sus amantes, de sus viajes, de sus hijos, de sus cirugías, de sus psicólogos, un pinchi tianguis, al final terminan todas hasta las chanclas y bien chanclas, con besos cachondos, fajes disfrazados, zapatillas en mano, peinados hechos caca, y una que otra con un delicioso sabor a guácara con licor y unas mas en estado inconveniente, tiradas y con una calca en la cara que se lee como sigue “llévame cargando a mi carro muñeco, siempre he querido coger con mesero”, los esposos de estas viejas no es que sean inocentes, solo que de hacer lo mismo en un restaurant van y se chingan su dinero en un privado con René o con Azalia en algún niteClub de la zona rosa donde la posibilidad de que un travesti les ponga una putiza aumento un poco desde hace algunos meses, en fin, el restaurant cierra a las 12, pero el último turno se va a eso de las 2 en lo que limpian todo, tiran la basura y dejan todo listo para la chinga del día siguiente. Por eso aun sigo pensando si le entro al jale o no. Que hueva.
[myself]