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Hace algunos días, hablando con una amiga en una montaña de césped mientras veíamos el firmamento enmarcado con nubes, recordábamos los juegos a los que jugábamos cuando niños, estuvimos así por alrededor de 3 horas, ha sido una de las conversaciones mas entretenidas que he tenido en los últimos días, al menos me hizo olvidar de algunas cosas.
Después llegaron un chingo de mosquitos y valió pito todo.
Disfrute un chorro hablar de los juegos, aquí hare un pequeño review con algunos de los juegos que analizamos y recordamos yo y esa cabrona.

El juego de la cucaracha:
Probablemente el primer juego colectivo que jugué en el kínder, cuando no estaba con mi Ferrari rojo haciendo los sonidos más espectaculares con mi boca o viéndole los calzones a las niñas seguro estaba jugando a la cucaracha, el juego consistía en que un grupo de niños formaban un pseudo circulo rodeando a un cabron, mismo que había sido elegido por el nada democrático y no deterministico proceso del “Zapatito blanco, zapatito azul, dime cuántos años tienes tu” o por el no menos conocido “Pedro Picapiedra dice así, Daba daba du, te sales tu” entro otros procesos en los cuales el azar jugaba un papel importante. Los niños del circulo cantaban al unisonó la siguiente canción: “En el patio de mi casa, hay una cucaracha, échenle flix, [inserte aquí un sonido al estilo flix-flix], échenle más, [inserte el mismo sonido], ¿Ya se murió? [Silencio incomodo], No!, ya revivió!” y madres… a correr por tu vida, nadie quiere ser atrapado por una cucaracha gigante, el atrapado seria la nueva cucaracha.


La Roña:
Lo conocí con ese nombre hace ya casi 20 años, “La roña”, “La traes”, “Córrele que te alcanzo”, en fin, probablemente sea el juego más popular, al menos en el país, de chamacos a casi todos les encanta corretear y corretear y seguir correteando, en este juego es lo único que necesitas hacer, algún cabron escogido (Por la ley del zapatito azul o el tratado de Pedro Picapiedra) le toca traerla, su objetivo es nuevamente apañar al más lento de todos, o simplemente al que se deje, se toca cualquier parte del cuerpo, con sus ya obvias excepciones y se grita la palabra mágica, la traes, roña o algo así, entonces aquel mal pasa a la persona tocada y su turno de cazar, era relativamente normal volver a ser tocado por el nuevo infectado, aquí dependía del colmillo y las habilidades de drivling y regates del recién-perseguido, yo era muy hábil en este juego.

Los encantados:
Este juego es recagado, se hacen un par de equipos, con el mismo número de integrantes, después, por volado o piedra, papel o tijera, se determinaba a encantadores y encantados, como en las dos mecánicas arriba mencionadas, el chiste es correr y que no te apañen, si te apañan te encantan y tienes que quedarte inmóvil hasta que alguien de tu equipo llegue y te desencante, lo cagado es que a veces hay personas que durante el estado de encantamiento se quedaban en la misma posición en la que estaban hasta antes de ser encantados, a mi infantil parecer esto era muy chistura.


Las escondidas:
Junto a la traes o roña este también podría ser considerado uno de los juegos más conocidos, consiste en escoger a un wey por los procesos arriba mencionados, mismo que buscara una pared y se pondrá contra ella y tapara sus ojos mientras cuenta hasta un numero definido aleatoriamente obtenido por un proceso que ya no recuerdo, al terminar de contar tiene que buscar a cada uno de los cabrones que se escondió mientras el contaba, cuando lo encuentre tiene que volver al sitio donde contó, mismo que recibe el nombre de base y decir un, dos, tres por el cabron que acaba de encontrar , aquí se debe tener cuidado porque existe una jugarreta en la que el encontrador sale a buscar a quinta la chingada y mientras lo hace un astuto escondido llega y dice un, dos tres por mi y por todos mis amigos, entonces todo vale pito porque el encontrador tendrá que jugar el mismo rol en la otra ronda. Un clásico que sin duda alguna todos deberían jugar. También tiene una variante que según mis registros se llama el bote o el bote pateado, no recuerdo bien, el único cambio es que en lugar de contar contra una pared para que todos se escondan se tiene que lanzar o patear un bote tan lejos como se pueda, para que el encontrador vaya a buscarlo y en el inter tirarse a perder, la base pasa a ser el bote.
Y bueno, también se tocaron juegos como matarilerilerol, o ese en el que se pintan unos cuadros con números en el suelo, o aquel en donde se dice “declaro la guerra en contra del mi peor enemigo que es”, o “tan tan –¿Quién es? – La vieja Innes -¿que quería? -un color… y bla bla bla” pero bueno, creo que con esto ya toco las fibras más sensibles de sus pinchis existencias y les hare traer un par de buenos recuerdos de ese pinchi baúl donde están almacenadas nuestras mejores vivencias.
Ha sido un placer recordar.
[Rich]