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Hablar de que escribo o no como alguien puede prestarse a malinterpretaciones, decir que escribo como algún Saramago, Gabo o Carlos Cuauhtémoc Sánchez es una mentada de madre, no porque se trate de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, más bien porque no he leído más de dos o tres libros en mi chingada vida y no son de ninguno de los monitos arriba mencionados, entonces puedo tomarlo como un ataque de sarcasmo, y eso podría emputar a cualquier persona, pero a mí no, de hecho yo mismo me cagoteo con selfSarcasm.
Alguien dijo una vez que los artistas copian y los genios roban, por el sector en el que me desenvuelvo tengo un claro ejemplo de esta bravuconada, todo empezó hace algunos años, un grupo de desarrolladores tenían una idea increíblemente asombrosa, la pusieron en práctica, la desarrollaron y la implementaron, para su desgracia todo apuntaba a que harían ricos a los dueños de la empresa para la que investigaban, y a ellos solo les tocaría una pequeña parte del motín, pero la vida está llena de sorpresas y unas personas tuvieron la oportunidad de ver sus trabajos mucho antes de que se aprobaran para el mercado, estas personas eran Stephen Wonziak y Steve Jobs, y decidieron cambiar su respeto y ética por un gran sueño con denso olor a fortuna y fama.
Los clona ideas empezaron a trabajar y se perfilaban a crecer a pasos agigantados, lo hicieron, pasaron de ser unos perfectos desconocidos a los punteros en el campo de la tecnología de desarrollo de computadoras, pero aun no aplicaban la idea que habían copiado, fue entonces que interesados en los trabajos de un conocido emprendedor en el campo del desarrollo de gestores de recursos en computadoras se lo quisieron comer, pero no contaban que habían metido al asesino en casa, su nombre, William Gates.
Gates supo de la idea de Macintosh poco antes de que saliera al mercado, el no copio la idea para nada, simplemente la robó y puso en serio peligro de mandar a la chingada los sueños de los Steves, creó su propio producto y de una u otra manera se puso al frente del mercado por los siguientes 20 años, ha sido considerado como el robo más miserable de la historia de la tecnología, no sé que tanto sueño le quite a Gates el sueño la idea de pensar que podría estar acostado en la cama de Jobs o Wonziak, pero a juzgar por su calidad de vida yo diría que no mucho.
Decir que yo soy original puede no ser tan honesto, la rueda fue una excelente idea, pero no hay necesidad de reinventarla, simplemente reproducirla tanto como lo necesitemos y actuar como personas inteligentes.
Y no, nadie me dijo copión o ladrón, todavía.