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Tengo alrededor de un mes en el feliz mundo de los pseudo-profesionistas sin ejercer, igual y podría decir que empieza a preocuparme pero no es así, de hecho ni siquiera he buscado trabajo oficialmente, mi madre ya empieza a cagarme el palo, de alguna manera lo entiendo, se ha partido el alma durante años en el intento porque yo sea una persona preparada y con valores y el hecho de siempre llegar a casa y encontrarme en estado improductivo hace encabronar a cualquiera, pero las cosas no son así de fácil, no creo. No tengo mucho miedo a algunos comentarios que hablan de profesionistas que no ejercen y se ganan la vida manejando taxis o siendo empleados de piso, si ahorita no busco futuro inmediato es porque tengo planes (estúpidos e improductivos, quizás) que pueden interferir en cualquier intento de formación de cualquier índole en cualquier institución, no obstante si lo he pensado y mucho.
Mi fobia el día de hoy es no poder materializar mis objetivos, la maestría suena difícil, mucho más con toda la sarta de comentarios referentes a la importancia de mi promedio, mi titulación, y demás chingaderas, digo, lo que tengo para avalarme es apenas suficiente para poder aspirar a ingresar, pero suficiente al fin y al cabo, deberé pasar por encima de 60 cabrones de todo el país, menciones honorificas, recomendados quizás por SNI’s, merito académico y una sucesión finita de bla, bla, bla…, pero la esperanza es la última en morir, ya adentro tengo otra preocupación, que tal si no es lo que esperaba?, o bien… ya adentro no se a donde enfocarme, que voy hacer saliendo?, en fin, tantas cosas que desde aquí suenan mas difícil que todo aquello que me enseñaron en la escuela, la hora de tomar decisiones ha llegado, y ni la fe, ni la lógica ni todos los cursos que tome durante mi licenciatura son suficientes, todo se vierte en una licuadora, con un poco de suerte, una pizca de caos, algún evento estocástico y Voila!, para ser honestos no se qué chingados resulte, pero puede terminar dándole el sabor que tanta falta le hace a mi vida.
En fin, nadie dijo que sería fácil, nadie.