My chronicles

Sunday, December 16, 2007
Posted by Rich.

Prelude:

Hace alrededor de un par de meses vi la convocatoria para participar en el concurso de la cronica del cincuentenario de la Universidad, me gustó la idea, aqui mi propuesta, al menos el borrador, debo confesar que al final no participe, me dio hueva reeditar mi trabajo y tambien medio me comio el tiempo, espero no golpear mi cabeza contra una pared el siguiente año cuando lea los trabajos ganadores, aunque tampoco subestimo a todos esos estudiantes que saben de letras, filosofia y demas topicos que de entrada me dan mas hueva aun, en fin.

Para el recuerdo



Hablar de 50 años de una institución de la talla de la universidad autónoma de Baja california puede resultar algo complejo, no solo se refiere a los 50 años de la universidad como tal, sino de los miles y miles de profesionistas que de ella han egresado, de todos los catedráticos que por ella han desfilado compartiendo sus conocimientos y experiencias con los estudiantes, de todas las personas que han dejado alguna parte de su vida en las aulas, pasillos, explanadas, rincones, edificios, laboratorios, oficinas, exteriores y demás lugares donde sin duda alguna se respira un aire de compromiso absoluto hacia la sociedad misma, porque aquí es el semillero del porvenir, donde se labran los principios que rigen a los hombres y mujeres del mañana, donde se construyen los sueños guajiros de muchos, lugar que sirve como segunda casa para otros, donde las ideas convergen, donde te haces de una segunda familia, donde para muchos se conocen a los mejores amigos, un lugar donde dejas a lo largo de algunos años alegrías, tristezas, frustraciones, esfuerzos, decepciones y demás emociones y experiencias que sin duda alguna estarán por siempre en tu mente y que muy de vez en cuando recordaras producto de alguna imagen o palabra con la que te topes mientras pasas el día.

La primera vez que fui a la universidad fue para solicitar la ficha para el examen de admisión a la misma, en Tijuana la población es tal que tan solo ese día debió haber miles de personas que tenían el mismo objetivo que yo, ese día iban solo los aspirantes cuya inicial del apellido fuera ‘M’, la fila de personas era enorme pero no me importo ya que el solo hecho de estar en la universidad era entretenido, después de horas y horas de estar en la fila por fin llegue al registro y pasados unos minutos me dieron mi ficha sin problema alguno.

Meses después volví a la universidad a presentar el examen, llevaba el tiempo casi exacto pero tenía un problema, no sabía donde presentaría mi examen de admisión, camine entre los edificios hasta que me tope con un estudiante al que le pregunte por el edificio que me había sido asignado para presentar mi examen, después de un momento en el que se ubico me dio razón, antes de irme le pregunte que si que estudiaba, me dijo que ingeniería en computación, agradable coincidencia, justo la carrera que yo quería estudiar, le dije que yo haría el examen para entrar a la misma, este sonrió y me deseo suerte, después de eso fui corriendo donde me había indicado y si, ahí iba a presentar mi examen, mismo que resulto largo y tedioso y para colmo mi puntuación según las críticas ajenas pese a que no era tan mala tampoco era precisamente muy alentadora, como sea no perdí las esperanzas y con ansias espere el día en que los resultados fueran publicados, para mi mala suerte mi número de registro no estaba entre los otros miles de números de las personas que habían resultado seleccionadas para ingresar a la universidad, imposible me era ocultar mi tristeza, en casa mis padres me animaban diciendo que el otro semestre seguro entraba y que no perdiera las esperanzas, sin embargo no fue algo que fuera fácil de superar.

Tiempo después por razones de trabajo mis padres tuvieron que mudarse a la ciudad de Ensenada, la idea no me desagrado tanto porque era una ciudad que no conocía, además de que estaba consciente de que su población no era tan grande como en Tijuana, factor que me favorecía en cuanto a competencia se refiere, en el camino de Tijuana a Ensenada una de las primeras cosas que vi fue la Universidad, desde ese momento me encanto, su vista y su infraestructura, se veía muy bien, ahora solo quedaba entrar a la misma.

Después de un par de meses de vivir en Ensenada casi me había olvidado de la universidad, había entrado a trabajar para poder al menos pagar mi inscripción y un buen día viendo el periódico me entere que el día siguiente era el ultimo para solicitar la ficha para los exámenes de ingreso, así que al siguiente día fui a la universidad, era la primera vez que estaba en la universidad de Ensenada, me gusto.

Al momento de solicitar la ficha me tope con un problema que me puso a sudar frio, quería estudiar ingeniería en computación y ese semestre no se había abierto la convocatoria para esa carrera, la secretaria me dijo que tenían algo que se parecía, la licenciatura en ciencias computacionales, de entrada no me convenció, pero después de 5 segundos quizás de pensarlo escogí dicha licenciatura, al menos la ficha ya la tenía, ahora solo faltaba esperar la fecha del examen y aprobarlo.

El día del examen nuevamente no sabía muy bien donde sería el mismo, pero no fue difícil averiguar donde seria, pronto di con el edificio y para mi sorpresa tiene una de las mejores vistas de la universidad, especialmente si se trata de una tarde soleada donde puedes ver el reflejo del sol sobre las aguas de la bahía.

El examen fue igual de tedioso y largo que el primero, pero a diferencia del mismo esta vez sí tenía un puntaje un poco más elevado, algo me decía que tenía un pie dentro de la universidad. El día en que se publicaron los resultados me levante muy temprano a comprar el periódico, cuando entre a casa busque desesperadamente mi numero, ahí estaba, aunque casi me hacia dentro de la universidad, la sensación de satisfacción al ver mi numero fue simplemente inexplicable, aproveche el hecho de que no había nadie en casa y brinque y grite de alegría, estaba dentro de la universidad, había razón suficiente para estar feliz.

Ahora solo quedaba esperar que la fecha de inicio de clases llegara, después de un mes llegaron los cursos de inducción, en el grupo había futuros computologos, biólogos, físicos y matemáticos, estos dos últimos grupos representaban la minoría del mismo, hablando de mis compañeros puedo decir que sentía un aire de madurez, al menos un poco más notable que en la preparatoria, no obstante muchos de ellos eran muy chistosos y al menor descuido de algún despistado empezaban con las tradicionales bromas y rechiflas, al principio el trato era indiferente de la carrera, todos nos llevábamos bastante bien, después de los cursos de inducción fueron pocas veces las que volvimos a cruzar palabra.

El primer semestre según lo que había escuchado es siempre difícil, cuando vienes de un sistema educativo diferente, según leí en algún lugar sencillamente la preparatoria es la etapa educacional a la que se le puede llamar el oscurantismo académico, daría prácticamente igual si pasaras por ella o no, obviamente es algo exagerado afirmar tal cosa, no obstante después de un semestre sin estudiar la frase cobraba un sentido muy grande, al menos en mi persona. El primer examen que hice en la universidad como estudiante, Tópicos selectos de trigonometría analítica, tuvo un impacto algo negativo en mi autoestima y forma de pensar, la razón, mi calificación había sido cero.

Al instante empecé a pensar si realmente valía la pena el estar estudiando, pensé en tomar asesorías y hasta en volver estudiar la prepa abierta para mejorar un poco mi nivel, el curso del semestre siguió sin darme cuenta, en las otras materias las cosas no iban tan mal, cabe mencionar que entre a licenciatura en ciencias computacionales sin tener una idea solida de lo que haría al final de mi carrera, no tenía idea de que la programación existía, pero siempre he sido un amante de la tecnología, algún compañero repetidor al escuchar que yo no sabía programar dijo en voz alta, si no sabes programar que haces aquí? Pienso que no pasaras del segundo semestre. Dicho esto, si mi autoestima estaba abajo por mi examen de trigonometría, mi compañero había terminado con la pocas o nulas ganas que tenia de seguir estudiando.

Algo raro paso conmigo después de eso, empecé a estudiar un poco, mi lógica a la que estoy eternamente agradecido también a veces me hacia las cosas más fáciles, el primer semestre no fue tan malo para mi, mi compañero repetidor volvió a repetir la misma materia, programación por cierto, yo en cambio contra lo que todos esperaban incluyendo al maestro aprobé con una buena calificación, en trigonometría sin dejar que el ego me coma puedo decir orgullosamente que termine siendo la calificación más alta del semestre y pues en general me había ido muy bien, además de que empecé a conocer a algunos de mis mejores amigos ,admirar a algunos maestros y empecé también a querer a mi facultad y decir orgullosamente que pertenecía a la misma, fue cuando empecé a decir que mi facultad olía a ciencia.

El segundo semestre entre con nuevos aires, listo para llevar mis materias pero me tope con algunas sorpresas, un par de compañeros a los que consideraba buenos habían dejado de estudiar por razones económicas, una mas fue que en segundo semestre ya solo éramos quizás el treinta por ciento del total que habíamos entrado, empezaba escuchar términos como: materias filtro, deserción escolar y una que otra frase como: “Así son las cosas en la facultad de ciencias, fácil entrar, difícil salir”, en los siguientes semestres me daría cuenta de que quizás esta frase no estaba tan equivocada.

Mi paso por el segundo semestre no fue muy diferente al primero, aunque nuevamente empezó mi declive académico, no obstante pude salir sin problemas del mismo, seguía conociendo maestros admirables, seguía aprendiendo cosas interesantes, mis amigos hacían divertidos los pocos ratos monótonos y llego mi primer día del computologo, una emotiva tradición en mi carrera, así salí con más ganas de estudiar aun y pensaba que había sido realmente afortunado con el hecho de haber entrado a mi carrera prácticamente por azares del destino.

En el mismo segundo semestre empecé, junto con un grupo de amigos a participar en los torneos intramuros deportivos de la facultad, hecho que después de eso se convertiría en una bonita tradición, nuestro equipo en aquel entonces se llamaba “los pascalinos”, en honor a Blaise Pascal y su pascalina, considerada como la primera computadora de la historia, algo fresco e innovador según creo, los equipos contra los que jugábamos eran de toda la facultad por lo que había alumnos de Física, Biología y Matemáticas y obvio, de ciencias computacionales, además de Ciencias Marinas, muchos nombres eran llamativos, pero creo que ninguno como “los pascalinos”, que tenía un significado que conocíamos gracias a nuestras clases y nos sentíamos orgullosos del mismo.

Al final del semestre terminamos siendo Sub-campeones del torneo de bascketbol y participación activa en el torneo de futbol, en lo académico todo hubiera estado bien, pero reprobé mi primera materia en la universidad, Calculo I, por lo demás todo estuvo bajo control.

En el tercer semestre era cuando todo empezaba a tomar mas forma, me gustaba lo que estaba aprendiendo y empezaba a hacer una visión de que podía hacer saliendo de mi carrera, empezaba también a comprender como es que muchas de las cosas (computacionalmente hablando) sucedían, mis primeros sueños guajiros empezaban a ver la luz, entre a mi primer proyecto con un cliente real y mi trabajo fue por primera vez remunerado, mi esfuerzo y conocimiento empezaban a tener precio y utilidad para la sociedad y eso fue un hecho que me hacía sentir un poco realizado.

Mis ratos en la universidad empezaban a ser más grandes, ese semestre deje de trabajar, y mis tardes en ocasiones pasaban en los laboratorios de la universidad, aplicando un poco de lo que había aprendido en clase o en ocasiones por simple ocio.

Los torneos intramuros esta vez no fueron tan redituables como en el primer semestre, conocimos a los que en el resto de nuestro paso por la universidad serian nuestros más fastidiosos rivales, Ciencias Marinas.

El nombre de nuestro equipo también cambio, ya estábamos en 3er semestre y necesitábamos un nombre un poco mejor, el elegido, Atlético Linux, tenía un impacto mayor que el de los pascalinos y nos hacía sentir más relacionados aun con nuestra carrera.

Otro evento al cual no había podido asistir por razones de trabajo un año atrás fue la semana de ciencias, la cual es definida como un espacio en el cual los estudiantes de la facultad podían mostrar proyectos fundamentados por principios y teorías aprendidas en las aulas y laboratorios, un lugar donde podíamos mostrar a la sociedad que de verdad estábamos “haciendo ciencia”. El evento me gusto bastante y me hizo esperar con ansias el siguiente año para participar en él.

En el cuarto semestre, el día del computologo cumplió con mis expectativas, en realidad solo es un evento deportivo, pero ver que en el evento deportivo solo hay personas que hablan tu mismo lenguaje y tienen gustos, conocimientos y sueños que tu es un hecho que no tiene precio.

Por otra parte, habiendo pasado mi materia reprobada, entre con el marcador en ceros en cuanto a asignaturas no acreditadas se refiere, no obstante me enfrentaba a la que por muchos era conocida como una de las materias que más bajas de la carrera provocaba, después me daría cuenta que no era así. La materia si bien es cierto tenía un grado de complejidad alto, pero el maestro que la impartía se llevaba gran parte de ese crédito, conocido por todos como uno de los maestros con el carácter más fuerte, el maestro que mas exigía, y con el que muy seguramente tendría serios problemas. El león no es como lo pintan, y al menos por esa vez el maestro no me pareció ser tan ogro como todos decían, aunque verdaderamente me costó trabajo pasar su materia, al grado de que 2 semanas después de que todos habían salido de vacaciones, cuando muy probablemente todos estaban disfrutando de unas vacaciones placidas en el calor de hogar esos días de diciembre, yo acababa de terminar mi proyecto y aun estaba esperando por mi calificación de la materia que hasta entonces había sido la más difícil en mis días de Universidad, al final, cuando supe mi calificación, pude decir que todo había valido la pena, esas noches enteras sin dormir en los laboratorios de la escuela, los horas de preocupación en espera de mi calificación, todo empezaba a tener sentido, independientemente de lo que había aprendido el haber salido de un pendiente como ese, por simple hecho de ser esa materia, con ese maestro, y en esas fechas me hizo pasar sin duda alguna uno de los mejores momentos en mi paso por la universidad, fue una muy buena navidad.

El quinto semestre fue entre otros de los que quizás más me estresaron, las materias parecían no interesarme mucho, el rezago en otras materias anteriores empezaba a hacer su aparición y eso no era de ninguna manera algo que me beneficiara. Dado que no había tenido muchos problemas en los semestres anteriores de alguna manera empecé a subestimar la complejidad que suponía estar cursando la que por muchos es considerada como la carrera más difícil del campus. Otras situaciones empezaban a aparecer, mis amigos con los que siempre había estado tuvieron problemas con la mayoría de materias el semestre anterior, por tal razón ellos se quedaron un semestre abajo, las cosas nunca volvieron a hacer como antes.

En aquel entonces mi grupo aun era de alrededor de 30 personas, como cuando entre, quizás eso no suena nada extraño, sin embargo cuando se dice que de esas 30 personas son pertenecientes a 4 generaciones diferentes el hecho pierde un poco de normalidad.

Aun que mis amigos ya no estaban en los mismos grupos que yo seguíamos participando activamente en los torneos intramuros, sin embargo aun no ganábamos ninguna presea. Un último y definitivo cambio se daría en el nombre de nuestro equipo, ahora nos llamábamos los Mozillas.

La semana de ciencias ese semestre presento un cambio con respecto a la tradición que se venía teniendo desde hace ya muchos años, el lugar. Por años la universidad había organizado el evento en el Centro Cultural Riviera, por razones que desconozco ese semestre se realizaría en el gimnasio de la escuela hecho que de alguna manera indigno justificada e injustificadamente a muchos de los estudiantes participantes.

El 7mo semestre fue quizás de los mejores que recuerde en mi carrera, las materias fueron fáciles dentro de lo que cabe, no obstante algo que no es digno de presumir es que ya había una materia en ese llamado “baúl de la materias reprobadas” , así le decían mis amigos , quienes ya llevaban materias arrastrando desde más atrás, a diferencia de los demás semestres, en 7mo puedo presumir que gane mi primera corona junto con los mozillas en el torneo de baloncesto, empezábamos a consolidarnos como uno de los mejores equipos y no solo en baloncesto, en varios deportes, por otra parte lo verdaderamente interesante del semestre fue que entre al que hasta la fecha ha sido el proyecto que más ha marcado mi formación profesional, el proyecto se llamaba “La aventura de leer”, un proyecto en el cual una pareja de tesistas que después se convertirían en mis amigos ,pretendían desarrollar un software para mejorar la comprensión lectora en los niños de 5to y 6to año de primaria, la aplicación pensaba usarse en todas las primarias públicas del estado, de tener aceptación podría incluso llegar a formar parte de enciclopedia, y así llegar a todas las primarias públicas del país , vi la convocatoria en los pasillos de mi facultad, los requisitos eran entre otros saber usar una tecnología que a decir verdad no nos enseñan en la escuela, sin embargo fue en los laboratorios de la escuela donde aprendí a usarla, producto de mi autodidaxia y curiosidad, no pude evitar entusiasmarme y eso que aun no sabía de todos los beneficios que el proyecto traería para mi, le dije a mi mejor amigo que también conocía la tecnología a la perfección, mucho mejor que yo, y para nuestra sorpresa nadie más había solicitado entrar al proyecto, el proyecto era nuestro, estábamos dentro y apoyaríamos a los dos tesistas en lo que pudiéramos.

Durante el proyecto aprendí muchas cosas además aumentar mis conocimientos técnicos, esta vez supe lo que era estar en un proyecto de mucha importancia y alcance, quizás el suficiente para tener un impacto a nivel nacional, tuvimos tropezones, aciertos, discusiones, y demás situaciones, alguna que me gusto mucho fue ir probar una versión piloto de nuestra aplicación con los usuarios finales, aquellos que tendrían al final la última palabra, nunca he sido muy partidario de que el software sea una de las mejores maneras para aprender, pero esa vez, llevar nuestra aplicación frente a un grupo de niños de primaria, ver su interés en el programa y querer participar en él, sus risas, sus comentarios, y finalmente un aplauso el cual puedo decir que ha sido el primer aplauso que yo haya recibido fue quizás uno de los momentos más emotivos de mi vida, son experiencias que sin duda alguna recordare por siempre. Como si eso no hubiera sido suficiente, ese semestre en la semana de ciencias gane el concurso del logotipo del evento, recibí además de un dinerito mi segundo aplauso de la vida.

Algo realmente ambicioso se cocinaba en las mentes de mis amigos y la mía por esos días, en la universidad se nos prepara para enfrentar situaciones competitivas frente a otras personas al momento de solicitar un empleo por ejemplo, en mi mente ya estaba la idea de seguir con mis estudios después de la universidad, maestría y doctorado, pero la nueva idea de mis amigos empezaba a ponerme a pensar, ¿y si hiciéramos nuestra propia empresa?

Para el octavo semestre teníamos nuevas ilusiones que se hacía más fuertes con el hecho de saber que ya casi estábamos del otro lado, no obstante puedo decir que la carga en el baúl de materias reprobadas aumentaba, ambas eran del mismo maestro, quien a los ojos de muchos en la facultad dará más problemas que nadie, cuestión de enfoques. También puedo decir que las materias eran igual, relativamente fáciles, el proyecto en el que estábamos nos quitaba un poco de tiempo pero pudimos sobrellevar la carga académica sin problemas, mi grupo en ese entonces constaba de 6 integrantes de 3 generaciones distintas, yo era el único que seguía en pie al frente de mi generación, vi como varios caían, incluso mis amigos, los mozillas cayeron para mi sorpresa a 4 semestres de salir. Se termino el proyecto de “La aventura de leer” satisfactoriamente, experiencia, un poco de relaciones, reconocimiento, algo de dinero, un párrafo a valor curricular, crédito y una tanda de aplausos fue el saldo del mismo, todo gracias a mi universidad.

Actualmente curso el noveno semestre, Aun hay 2 materias en el baúl de los recuerdos (materias reprobadas), así que tendré que cursar un semestre adicional, no me pesa, este semestre se juntaron algunos eventos importantes como el segundo congreso internacional de ciencias computacionales, en el cual impartí un taller y expuse un Cartel científico, la semana de ciencias en la que recibí 2 reconocimientos, por haber participado en el concurso del logotipo, lamentablemente no pude refrendar mi corona, y uno más por mi proyecto en conjunto con mis amigos con el cual ganamos el segundo lugar del concurso, no lo esperábamos y menos el premio, una memoria USB de 4 gigabytes, una gigabyte para cada quien y el reconocimiento de todos y el interés por parte de algunos empresarios en nuestro proyecto. Además fue el año en que se conmemoro el 50 aniversario de la universidad, una razón más para estar de fiesta y sentirse orgulloso por pertenecer a la que actualmente está considerada por muchos como la mejor universidad pública del país.

No sé si en el siguiente semestre tenga logros como los que he alcanzado a lo largo de mi carrera, puedo decir que me siento realmente realizado por lo que he logrado, entonces se logró el objetivo de la universidad, por la realización plena del hombre, a lo largo de mi paso por la universidad he aprendido infinidad de cosas, he conocido personas admirables, he conocido a mis mejores amigos, he hecho una anotación al menos en cada uno de los torneos deportivos, muchas son las noches que me quede en la escuela trabajando en algún proyecto a finales de algunos semestres, ganamos un trofeo de primer lugar el día del computologo frente a los participantes de siempre, alumnos y maestros además de egresados que vinieron a reunirse ese año en el primer reencuentro de egresados de la carrera, fuimos bicampeones del torneo de baloncesto, gane el concurso del logotipo de la semana de ciencias, estuve en el equipo de desarrollo del proyecto “La aventura de leer”, mismo que me ha brindado varias oportunidades en la vida, acabo de entrar a un proyecto parecido a la aventura de leer pero esta vez para secundaria , mis mejores amigos y yo abrimos nuestra empresa, ganamos el segundo lugar en la semana de ciencias por nuestro proyecto “realidad aumentada”, he impartido un par de talleres en los congresos internacionales además de exponer un poster, mi mejor amigo y yo redactamos un libro para la convocatoria de la universidad, tuvimos un viaje a las Vegas a una convención que trae buenos y divertidos recuerdos, tengo bosquejos de buenas ideas que he tenido a lo largo de mi estancia en la universidad, y quizás muchos más hechos de los que pueda sentirme orgulloso, pero sin duda alguna, ser un cimarrón es también una muy fuerte razón para estar orgulloso.

4 comments:

RinA said...

Sin duda alguna ser un Cimarrón es algo que enorgullecería a cualquiera...
Y como no estar orgulloso de todo lo que has logrado dentro de UABC. Sé que los mejores momentos de tu vida los has pasado dentro de tu institución.
Me alegra que hayas seguido adelante a pesar de todos los contratiempos...Disfruta tus días restantes

-Monique- said...

Mi chiquito
No lo he leído pero te prometo que luego lo hago
Es para dejarte un comment que sé que si vas a leer porque en myspace es un comentario perdido :P
Ya es el último día que me conecto..
Te voy a extrañar como no tienes idea :(!!!!

Espero que tengas una linda navidad y un fin de año que te abra muchas cosas para este que viene....
Te amo mucho y no sabes lo que agradezco haberte conocido y tenerte como mi amigo. Estoy segura que nunca enconraré en ningun amigo todo lo que en ti he encotrado.. Gracias por tu amistad Richy :)
Espero que este año que empieza sea para los dos próspero y lleno de mucha felicidad y espero que nos podamos ver :(

Te amo

Moni

-Monique- said...

Alaa...
Qué raro no? Mi hostal tiene internet xD jajajajaja
Pero ya desde mañana me jodo :(
Ya lo leí
Ala..
Que largo xD
Y eres un menso :(..
Yo te lo habría corregido con mucho gusto. No soy la mejor pero podría haberte ayudado.. :(
Tiene mucho por trabajar pero es un buen texto.
No me gusta que dejes las cosas sin hacer. Ni pedo..

Te amo :)

Ba bai

Paoloca said...
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