Millas de viajero

Friday, January 04, 2008
Posted by Rich.

Pasajeros con destino a la ciudad de Milán, favor de abordar por la puerta 8, el vuelo de Azúrra despegará a las 18:20 horas, gracias. Eso decía la empleada detrás de aquel micrófono, era una voz sensual, como en pocas terminales había escuchado, Yo estaba muy pinchi contento, leyendo Wired, escuchando mi ruido y de vez en cuando volvía a escuchar que decía Sofía, no, yo no sabía si Sofía era su nombre, pero después de algún tiempo le había puesto ese código para dejar de llamarle ella.
Mi vuelo estaba a punto de salir, así que tenía que alistar todo mi desmadre y después chingarme a cargar todo yo solito por que los señores del servicio me vieron joven, sin tetas o falda y pues ni pedo, así son las cosas, quizás si supieran que algún día trabaje en un trabajo donde además de mi sueldo recibía muestras de caridad y agradecimiento (Propinas) y que me llevé la costumbre de siempre dejar propina en caso de merecerse me habrían ayudado con singular alegría, pero ellos no saben leer la mente como yo, así que ni pedo.
En el portal estaba el capitancillo y un par de sobrecargos, una morena y una rubia, bien buenas y bonitas las dos, por la complexión y acento deduje que la rubia era australiana, probablemente de la región de Surfer’s paradise y la morenita no supe que pedo… pudo haber sido de muchas partes, el capitán me valió madre.
Ya en mi asiento prendí mi ruido y deje completamente de lado el berrinche del niño de atrás, la conversación de los ñores de enfrente, y quizás esperaba con curiosidad quien se sentaría a mi lado, algún miembro del clero que no encontró vuelos directos a Roma, algún mafioso de Florencia o quizás una maestra de educación básica bonita, seria, y humilde, en aquel entonces yo no era más que un estudiante de alguna licenciatura rara, y nunca he sido bueno hablando, y menos con maestras de educación básica bonitas, serias y humildes, así que no había muchas expectativas, al final se sentó una anciana dulce y su nieta, su nieta no estaba nada mal, por cierto.
La señora cargaba una bolsa, Ziploc con galletas dentro, me ofreció una y con gusto la acepte, después me dijo algo, pero como no sé un carajo de italiano pues se perdió de la oportunidad de tener una conversación amena conmigo, ni pedo.
Milán es como Praga, pero sin el encanto y con más edificios.
[.myself]

1 comments:

-Monique- said...

No sé por qué me sonó mucho a ti este post...
Mucho.

Me gustó.

[Abrazo+Beso]

Amiguis Maniguis :D