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En unas horas son los festejos del día del computólogo, entre otras cosas hay eventos deportivos, taquiza, chacota y miscelaneous.
La gran mayoría de los estudiantes de mi carrera son unos ñoños apáticos que el día del computólogo lo toman como un día de descanso que se libran de las matemáticas y prácticas de programación y se quedan en sus casas, en pijama, pantunflas y frente a un televisor, jugando algún RPG o navegando en su computadora que no precisamente es de última generación, como si afuera no hubiera deportes, taquizas, chacota y por la noche una pedota sabrosona.
Yo aunque no sea estudiante participaré en los eventos deportivos como cada año y trataré junto con mi equipo, Los mozillas, de volver a despojar del trofeo del evento deportivo al equipo de los maestros, quienes llevan 5 años casi consecutivos llevándose el laurel, y no es que sean muy buenos, si no que casi no hay estudiantes que festejen el día, si, todos se quedan jugando en casa o un pedo igual de interesante.
Hace dos años considero que fue la mejor edición del evento, fue el reencuentro de egresados, el aniversario de la carrera y la clausura de un congreso internacional, todo dentro del mismo marco, esa vez no importó que los ñoños se quedaran en sus casas con sus muñecas inflables, cubos de rubik y tarjetas graficas de pitomil mb de memoria, porque el evento estaba lleno de egresados que venían a recordar viejos tiempos y en el ambiente se notaba una densa alegría y felicidad, de volver a estar en su casa, con sus amigos, con sus familias, de desempolvar recuerdos al ver los pasillos, salones y demás lugares conocidos, fue un buen dia.
Ese año los Mozillas pusieron fin al reinado de los maestros, y los humillaron en todas las competencias, me gustaría decir que fui el capitán pero no, aunque un par de veces me eche el equipo al hombro.
También, después del evento deportivo, para nosotros fue enriquecedor convivir con egresados, conocimos a los que según las malas lenguas eran los más borrachos, decidimos retarlos, y no nos decepcionaron, además de que la cerveza corrió por su cuenta ese día.
En unos años me gustará regresar a algún tipo de evento como este, volver a ver a mis amigos restantes, conocer a sus familias, intercambiar recuerdos y ponerme una pedota con las mentes del mañana.
No, no estoy viejo, viejos los pinchis cerros y tú.
Predecible.