Ópticas de tecnología

Wednesday, November 05, 2008
Posted by Rich.

Hace algunas semanas tuve la oportunidad de ir con un grupo de fotógrafos a una salida de campo, yo no tenía nada que ver con esa salida, pero el maestro de los estudiantes es mi compa, además de que estoy algo inmiscuido en un proyecto junto con él, y el lugar a donde iríamos estaba relacionado en gran parte con el proyecto en vías, entonces, sin dudarlo mucho, acepte.
La visita fue a un humedal de por aquí de la zona, un humedal es una zona pantanosa, con concentraciones de agua pero sin ser un rio, laguna, lago u océano, también les suelen llamar esteros y se forman cuando la marea sube a tal grado que inunda algunas zonas y cuando baja de nuevo se forman los charquitos esos.
Cuando llegamos había además de mi compa como tres personas con cámaras DSLR, o sea, las chingonas, Canon y Nikon digitales de 3,4,5,7,8 y 900 dólares o más, yo iba a sacar mi sony cybershoot devaluada enormemente por no tener smileCatcher ni pixelaje de doble digito, pero cuando vi tanta tecnología amarilla se me hicieron chiquitos los hombros y cual niño con vergüenza de sacar su torta de huevo frente a sus amigos decidí no hacerlo. Además supuse que pasaría algo así y apropositamente olvide las pilas en mi casa como si fuera yo un tonto, lo sé, soy muy astuto.
Después vi que la gran mayoría saco su SLR, o sea las chingonas, Canon y Nikon pero que no son digitales, de esas que compras en 30 lucas en los baratillos quesque porque no tienen pantallita, si supieran que su escala de grises sigue siendo la envidia de los 65 millones de colores de la fotografía digital, aunque si lo supieran yo les diría que a final de cuentas el ojo humano en condiciones optimas solo puede distinguir entre 8000 mil colores y que guardaran los más de 64 millones de colores restantes en donde pudieran, y ya una vez que me crean lo anterior los impresionaría de nuevo y echaría abajo todo en lo que habrían creído tras decirles que los colores no existen como tal y que todo es parte de una percepción del cerebro y que nunca, nunca podrían entender eso.
Le pregunte a un cabrón porque no tenía una digital, si vivimos en un país primermundista donde todo habitante que se dé a respetar debe tener al menos un par de esos artefactos, ok, no pues, y me dijo que inicialmente por el precio, pero además de eso me dijo que en la escuela de artes es bueno usar las análogas porque cuidas a tal grado el rollo fotográfico que a huevo tienes que hacer buenas tomas y calibrar bien todo lo que haya que calibrar, y por ende salen buenas fotos y ya después puedes explotar mucho mejor las tarjetitas esas de gigas y gigas que tienen las cámaras hoy.
Esto me hizo recordar que alguna vez leí en el post de algún carismático fantoche sobre como la tecnología nos había hecho olvidar la emoción al revelar un rollo fotográfico, ya no existía mas esa emoción de abrir los típicos sobres amarillos que nos dan en los centros de revelado, de ir caminando por la banqueta después de salir del negocio y al tiempo ir viendo las fotografías sin importarte mucho el hecho de chocar con alguien o toparte con desniveles, es una sensación que periódicamente ha ido desapareciendo.
Creo que pasa lo mismo con las cartas, desde que a un Indio inteligente se le ocurrió la brillante idea de explotar los protocolos de telecomunicaciones en la aun no tan popular internet, la costumbre de escribir cartas llenas de noticias catalizadoras de alegrías, tristezas y demás emociones ha ido casi desapareciendo también, ya no mas abrir sobres, oler el papel impregnado de tinta y alguna que otra vez aromas que afloraban recuerdos de personas y ganas de estar en otro lugar, puede que al abrir nuestra bandeja de entrada del correo electrónico o de mensajes del celular exista todavía alguna emoción al ver nuevas entradas, igual y se siente bien, igual y esboza sonrisas en nuestros rostros por ejemplo, pero creo que algo de magia se ha perdido en el cajón de las cosas y costumbres viejas. 

Podría citar más ejemplos, pero este muñeco ya se va a su aparador porque tiene sueño.


Ese es el final de mi escrito.
Aprovecho para agradecer a NTQVCA el premio con el que me galardonó en su blog, oficialmente es el primer premio que recibo, sniff.

Por cierto, estoy cocinando algo…

Se ve más o menos así...


[Rich]

8 comments:

Pinche Vieja said...

Yo por eso, cuando quiero conservar algo para siempre, lo dibujo, awebo. Que pinches camaritas jotas ni que la chingada, puro pinche lápiz y papel.

Y que bonito lo que cocinas. Hasta huele a relatos inentendibles :p

¡Duérmete!

La Guera Rodríguez said...

Hola muñeco de aparador!

Muy cierto eso de que cuando te entregaban los sobres amarillos con las fotos recien reveladas, no habia quien se resistiera a abrirlas a media calle!..jajaja...

Ahora, siento igual emoción cada vez que entro a mi bandeja de correos, antes era un suplicio esperar al cartero por dias enteros y ver desolada que no llegaba nada, ahora no hay dia que no reciba un agradable mail =) y eso es motivante.

Saludos!

Diana

NTQVCA said...

ah chinhuahua!, ora si me gusto harto lo que escribio, desde dejarme boquiabierta por su contenido acerca de los colores, hasta el sentimiento del recuerdo que causa no escuchar el silbato del cartero, y llegar al buzon y encontrara ese sbresito con las letras que nos hacian tan felices.
Pero lo mejor de tod, eso que esat cocinando y que se ve tan bonito, es lo que yo creo que es?:D

Fa said...

Leo tu post y me da tanta nostalgia recordar aquellas tardes en las que acompañaba a mi madre al cuarto de revelado. Hasta hoy no sé revelar el negativo, pero me emocionaba en aquel entonces"hacer magia" y colocar el papel en la caja de luz para después pasarla por el revelador y sucesivamente al líquido que fijaría la imagen.

Ahora tengo una cámara digital y casi ninguna foto impresa.

Quiero una cam de 35mm

¬¬!

CállateTú said...

Hace un par de años tomé como optativo un curso de fotografía en la Universidá.

El maestro (un papacito hippioso, viejito él, pero tenía lo suyo) nos encerró en el cuarto oscuro y nos enseñó a poner los negativos frescos en el portanegativos.

Antes nos había dado unas bolsas negras en las que metíamos las manos para sacar el negativo del rollo, todo usando sólo las manos...

El revelado de un rollo es mágico, te hace utilizar cada uno de tus sentidos. El olor de los químicos penetrante y aún así la experiencia es magnífica.

Yo soy feliz con mi canon, no tengo digital, las fotos que subo las escaneo por la facilidad que me da el celular, pero las artísticas, esas sí las tengo guardaditas.

Mar said...

¡Ay, sí!

Yo también he llegado a añorar la sensación que me producía ver entrar a mi papá con el sobre del laboratorio fotográfico en las manos, y correr hasta él para ver de una vez por todas las fotos de las vacaciones o del último evento digno de ser fotografiado.

Ahora con los celulares y las cámaras digitales ya no hay necesidad de esperar. Eso se perdió para siempre.

Al igual que los refrescos en bolsita, insisto. Yo los extraño, y ninguna bebida en botella de taparrosca sustituye su existencia. Ja.

Rich. said...

Hola amigas!
Pura mujer me visita, cuanta fortuna.
Afortunadamente nadie dijo nada respecto a lo de las pilas. :P
Y si, la tecnologia nos hace la vida mas facil, pero en contraparte nos hace olvidarnos de algunos buenos momentos.
Como tecnologo y mago que soy, les prometo pensar mas en todo ese tipo de detalles que muchos inventacosas no toman en cuenta.
Saludos a todas ustedes. :)

Adrián said...

Cocínalo al ajillo, escuché que sabe con onda.