Millas de viajero.

Thursday, November 20, 2008
Posted by Rich.

Volar en avión es algo que me gusta mucho, quizás es un poco de la herencia intangible que me deja mi padre, quien se considera amante de los viajes y las millas de viajero.
Hace lustros de la primera vez que aborde un avión, era yo un pequeño que odiaba los viajes largos porque siempre vomitaba, aunque debo confesar que el momento que sigue a vomitar es uno de los mejores placeres que he conocido en mi vida, no lo voy a comparar con coger, o llegar a un baño aunque sea publico cuando te estas miando o cagando, o el placer que a ustedes se les ocurra, pero de que es disfrutable, es disfrutable. Justo después de que sientes que tus entrañas saldrán por tu boca y de ti no quedará más que un ente vacio e incoloro y serás comparado a un calcetín volteado, viene el momento de paz y tranquilidad, te sientes fresco como la chingada, y es la única situación en la que he sentido las gotas de sudor frio, esas que tanto citan en las películas y obras literarias, imagino verdes praderas con un clima templado y una rola de Bocelli de fondo, que bonito se siente después de vomitar, carajo.
Cuando me preguntaron mis amigos que se sentía viajar en avión conteste que el despegue era como si se te subieran los huevos al cuello, pero que después todo era chilo y solo tenías que dejarte consentir por las ñoras de los carritos que andan por los pasillos ofreciendo jugos y sándwiches con cuernitos (Pan). Creo que no hay nada mejor para un niño que volar a 10000 metros de altura, a una velocidad de 800 kilometros por hora y además ir en el asiento junto a la ventana, ver las nubes en su estado natural incluso por encima del hombro, ver los cuadritos que representan las parcelas a kilómetros abajo y no darte cuenta de las montañas porque simplemente su altura con respecto a la tuya es negativa, pero sobretodo, darse cuenta que desde el cielo no se ven los colores que en los mapas ni las divisiones políticas de los estados y países.
Tengo años que no me subo a un avión, este año pensaba hacer un viaje pero el culero de mi bolsillo dijo que siempre no, entonces pues no se me hizo. Ya me veía yo abordando, subiendo las escaleras y volteando a despedirme de mis seres queridos. Con maleta en mano, cruzaría la puerta del avión y buscaría mi asiento, pidiendo a dios no chamacos cagapalos o señoras dormilonas que cayeran en mi regazo, me pondría mis audífonos y a esperaría a que toda la gentuza hiciera lo propio, después viene el chorizo de la aeromoza, en el que te dan un cordial saludo a nombre del comandante, su tripulación y la aerolínea en general para después dar las instrucciones esas del protocolo de transportes aéreos, el avión despega, los huevos se te suben al cuello, se estabiliza, los huevos vuelven a su estratégico lugar y todos felices mientras disfrutan de un juguito o cafecito para las señoras, y un sándwich pitero que pone felices a los gorrones como yo.
Disfrutaría viendo el horizonte bajo las nubes, los kilómetros devorados, la geometría de las ciudades y el relieve y formas generadas por las montañas, praderas, ríos y lagos del itinerario.
Al final la aeromoza pondría fin a mi inspiración con el anuncio de que el vuelo había llegado a su parte final, y daría instrucciones para el aterrizaje ya próximo.
El comandante al final diría algo así como misión cumplida, y daría las gracias a nombre propio, de su tripulación y la aerolínea en general para después manifestar su esperanza de vernos nuevamente a bordo.

7 comments:

Fa said...

Quiero ir a Michoacán cuando regrese, pero no me alcanzará para el avión.

NTQVCA said...

estoy de acuerdo, viajar a algún lugar en avión es el perdecto preambulo de tu aventura, y el perfecto final de un buen viaje.
Me gusta viajar en avión!

Pinche Vieja said...

Odio viajar en avión.
Odio viajar en camión.
Odio viajar en dromedarios moteados.
Odio viajar en unicornios.
Odio viajar en lombrices cornudas.

Lo mío lo mío lo mío, son los viajes en eledrilos o cocofantes rosas.

QuetzaJu said...

A mi también me gusta viajar en avión, aunque no tengo huevos, definitivamente sí siento las entrañas en la garganta, perp lo que menos me gusta es el maldito aterrizaje XD.
Saludos.

La Guera Rodríguez said...

jajaja...Pues yo tampoco tengo huevos, pero si, se siente que algo se te sale y luego se te vuelve a acomodar..!!jajaja
Te cuento; por mi trabajo actual tengo que viajar, en mi ultimo viaje en avión no alcancé lugar por la línea Mexicana de Aviación y me tuve que regresar en un mosquito de la linea CLICK...haaa no sabes que horror, estaba lloviendo, la turbulencia no cesaba, el mosquito se movia impresionantemente horrible, la gente gritaba, en la oscuridad un foquito explotó, no tengo idea porqué y no sabes el maldito susto que nos metió, pensabamos que era un acto terrorista!... ese ha sido mi peor viaje y cuando atterrizó, hasta sentí rico!!...

Saludos!

Diana

La Guera Rodríguez said...
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Mar said...

De mi primer viaje en avión hace apenas quince días.

¡Dios, qué vergüenza! Todos tienen anécdotas de su infancia dentro de un avión y yo no. Pffff.

Concuerdo contigo en tu post excepto en dos cosas:
1.- ¿Sandwiches para los 'gorrones' como tú? ¿Gorrón por qué? ¡Los boletos de avión son carísimos! Deberían de darte 23 hamburguesas con lo que pagas. Digo, no deberías sentirte gorrón por la insignifcante bolsita de tres cacahuates que te dan.
2.- ¿Agradable el momento después de vomitar? ¡Yiuck! ¿Con la acidez que se siente en el tracto faríngeo? No, por favor.